Tratamientos alternativos y complementarios
Las terapias convencionales son las que incluyen tratamientos probados y tratamientos de investigación, siempre basados en evidencias científicas. Las terapias no convencionales abarcan dos conceptos: terapias complementarias (aquellas utilizadas conjuntamente con la medicina convencional) y terapias alternativas (las usadas en reemplazo de las convencionales).
Los tratamientos o terapias complementarias o alternativas suelen escucharse y aconsejarse informalmente, ya que en general, los equipos médicos no los mencionan. Si bien hay una tendencia de los médicos a oponerse a cualquier terapia que no sea convencional y otra tendencia de los padres a utilizar todo aquello que crean que puede aportar algo para la salud de su hijo, es importante que se abra el diálogo saludable entre ambos para distinguir entre las terapias que puedan ser perjudiciales o no, teniendo en cuenta el beneficio psicológico que puedan significar.
Las terapias complementarias suelen utilizarse para aliviar síntomas, disminuir efectos colaterales y beneficiar psicológicamente. Los pacientes y sus familias pueden tener la sensación de tener un control más amplio en la toma de decisiones, reducir dolores tanto físicos como emocionales, ayudar al sistema inmunológico y mejorar la calidad de vida.
Es recomendable que los equipos médicos no desalienten su implementación, siempre y cuando sean inocuas, debiendo destacar la importancia de continuar con las terapias convencionales probadas y advertir acerca de las terapias convencionales dañinas, ya que algunas de ellas, utilizadas en exceso, pueden ser físicamente nocivas.
Algunos de los ejemplos son: relajaciones y meditaciones, hipnosis, aromaterapia, masajes, reiki y otras terapias espirituales, así como sanaciones propias de diferentes culturas, creencias y/o religiones.
Pero algunas hierbas, aplicación de campos magnéticos, enemas en exceso u otros agentes (carozos de damasco o cartílago de tiburón) pueden provocar complicaciones muy severas, por lo que se insiste en que las familias puedan conversar con sus médicos y estar atentas a aquellas personas que proponen la cura definitiva, que promueven mantener el secreto, que dicen ser perseguidas por la comunidad médica o cuando demandan grandes sumas de dinero. El daño físico puede ser acompañado por un gran daño psicológico por crear falsas esperanzas.
Sin embargo, en etapas terminales, pueden ayudar a las familias y al paciente a transitar esos momentos.
Terapias Alternativas
Las terapias alternativas son tratamientos no probados utilizados en lugar de la medicina convencional. Su utilización lleva a la discontinuidad de los tratamientos que han demostrado su efectividad. El reemplazo de un tratamiento recomendado basado en evidencia científica por otro no probado (ya sea médico o no) puede conducir a la pérdida de los derechos de los pacientes a recibir el mejor tratamiento posible y por lo tanto, a la pérdida de la mejor esperanza de supervivencia. Este tipo de terapias deben ser fuertemente desalentadas con explicaciones adecuadas para todos los miembros de la familia.
En conclusión, la Sociedad internacional de Oncología Pediátrica (SIOP) recomienda fuertemente a las familias discutir abiertamente sobre los tratamientos con el personal experto y establecer un diálogo con los niños y adolescentes, según su capacidad de entendimiento. Es aconsejable que los padres se aseguren de consultar con los médicos sobre cualquier método complementario o alternativo que estén considerando utilizar en sus hijos y que no abandonen los tratamientos recomendados.