¿Qué es el Cáncer Infantil?
El cáncer es un grupo de enfermedades, cada una con un nombre, características, pronóstico y tratamientos específicos diferentes entre sí, pero todas causadas por el crecimiento anormal de las células.
En un cuerpo sano, las células se dividen y multiplican ordenadamente, pero, a veces, algunas pierden el control y se dividen más de lo que deberían, formando masas llamadas tumores o neoplasias.
A algunos tumores se los conoce como tumores benignos. Son aquellos que interfieren sobre ciertas funciones orgánicas, pero no crecen desproporcionadamente ni invaden otras partes del cuerpo en forma agresiva, y deben ser extirpados siempre que sea posible.
Los tumores malignos o cancerosos pueden invadir, dañar o destruir los tejidos u órganos cercanos y además, mediante un proceso llamado metástasis, pueden liberar células cancerígenas que se separan del tumor original y alcanzan otras partes del cuerpo, formando otros tumores malignos.
La determinación de si un tumor es benigno o maligno se realiza mediante un procedimiento médico llamado biopsia, en el cual se toma una muestra de tejido para examinar en el microscopio.
El cáncer puede estar localizado en diferentes partes del cuerpo (riñón, cerebro, músculos, huesos, etc.) formando tumores sólidos. También puede encontrarse en las células de la sangre y en la médula ósea (Leucemia) o en el sistema linfático (Linfoma).
El cáncer en niños y adolescentes reúne una serie de diagnósticos diferentes, cada uno de los cuales se define utilizando diferentes estudios. No todos los cánceres infantiles reciben el mismo tratamiento.
La mayoría de las causas del cáncer infantil siguen siendo aún desconocidas y es un tema en permanente investigación. La aparición de esta enfermedad en niños, a diferencia de cuando se presenta en adultos, no puede adjudicarse a estilos de vida ni a cuestiones ambientales. La mayoría de los cánceres pediátricos no son heredados ni comparten genes defectuosos con hermanos, por lo tanto, no es necesario que se los estudie. Es altamente inusual que otro hijo de la misma familia también desarrolle cáncer.
Es importante que los padres no se sientan culpables o responsables por la enfermedad de su hijo porque nada de lo que hayan hecho o dejado de hacer pudo provocarla.
El cáncer no es infeccioso, por lo tanto no se contagia al estar en contacto con el niño.