Efectos Terapia Dirigida
Los medicamentos que se usan en la terapia dirigida son pastillas que se ingieren. Los efectos secundarios posibles incluyen diarrea, náuseas, dolores musculares, cansancio y erupciones en la piel, los cuales son habitualmente leves.
Un efecto secundario común es la inflamación alrededor de los ojos, en las manos o en los pies. Algunos estudios sugieren que la acumulación de líquidos puede deberse al efecto de los medicamentos en el corazón.
Otros efectos secundarios posibles incluyen un recuento bajo de glóbulos rojos y de plaquetas al inicio del tratamiento. Estos medicamentos también pueden desacelerar el crecimiento del niño, especialmente si se usa antes de la pubertad.