Preguntas que el niño puede hacer
Los niños son curiosos por naturaleza y pueden tener muchas preguntas para hacer acerca de su enfermedad y su tratamiento. Los chicos conocen a sus padres y confían en ellos, así que esperarán que les contesten la mayoría de sus preguntas. Algunos chicos harán preguntas inmediatamente, mientras otros las harán más tarde. Aquí hay algunas ideas sobre cómo contestar algunas de las preguntas que probablemente harán:
¿Por qué a mí?
Un niño, como un adulto, se pregunta por qué tiene cáncer. Puede sentir que es por algo que ha hecho. A un niño con cáncer se le debe decir con toda honestidad que "nadie", ni siquiera los expertos, conocen por qué se desarrolla el cáncer. No es a causa de nada que haya hecho o dicho, y no se lo "contagió" de nadie.
¿Me pondré bien?
A menudo los niños saben acerca de algún familiar o amigos que han muerto de cáncer y por lo tanto, tienen miedo de preguntar si se pondrán bien porque temen que la respuesta sea "no". Los padres deben decirle a su hijo que tiene una enfermedad seria, pero que los medicamentos, la quimioterapia (o rayos) y/o una operación lo ayudarán a curarse. También deben decirle que sus doctores, enfermeros y su familia están haciendo lo mejor que pueden para que él se reponga. Esto le da al niño una honesta y esperanzada respuesta. Se sentirá seguro porque sabrá que hay muchas personas involucradas en su cura y su cuidado.
¿Qué me pasará?
Cuando los niños han sido recién diagnosticados con cáncer, les suceden cosas nuevas y atemorizantes. Por esta razón se le debe decir de antemano en qué consistirá el tratamiento, cada procedimiento, posibles efectos colaterales, y lo que se hará si algo de eso ocurriera. El niño debe saber que hay muchos tipos de cáncer y que lo que le sucede a otros chicos no necesariamente le sucederá a él. Lo ayudará conocer el cronograma de su tratamiento y cualquier cambio que tuviera lugar, así como tener un calendario con los días en los que verá a su médico, días de tratamiento y chequeos.
¿Por qué debo tomar medicamentos si me siento bien?
Muchos de nosotros asociamos los medicamentos a que nos sentimos mal. Es confuso para un niño tener que tomar remedios cuando se siente bien. Para poder contestar esta pregunta hay que retrotraerse a la explicación original de su cáncer. Se le debe decir, por ejemplo, que a pesar de sentirse bien y no tener síntomas de enfermedad las "células malas" están escondidas. Debe tomar los remedios por un tiempo para poder encontrar a esas células malas y detenerlas para que no vuelvan más.
¿Qué debo decirles a mis compañeros de colegio?
A los niños con cáncer les preocupa la reacción de sus amigos y compañeros. Esto es muy real cuando han perdido muchas clases o cuando regresan con cambios físicos o corporales y/o con caída del cabello. Hay que alentarlos para que se mantengan en contacto con sus amigos y compañeros.
Sus amigos querrán saber qué le pasa cuando no está en el colegio. Es bueno que sepan que pueden hablar honestamente sobre su enfermedad y tratamiento, y que informen a sus amigos que su enfermedad no es contagiosa.
¿Podré ahora hacer las mismas cosas que hacía antes de tener cáncer?
La respuesta a esta pregunta es individual y depende mucho del tipo de cáncer y de su tratamiento. Muy probablemente, los niños necesitarán algunas restricciones en las distintas etapas del tratamiento. Cuando los médicos o enfermeros le digan que tiene que restringir la actividad hay que explicarles por qué esto es necesario y cuánto tiempo va a durar. Es recomendable ayudarlos a reemplazar un tipo de actividad por otra. Por ejemplo, si no puede andar en bicicleta por el riesgo de sangrar fácilmente si se lastima, es una buena opción sugerirle que invite a sus amigos a su casa para dibujar y pintar con él, o jugar con videojuegos.
Cuando no puede estar en contacto presencial con sus amigos, incentivarlo a comunicarse a través de redes sociales, videollamadas o juegos online.
Recomendamos leer el capítulo “Guía para conversar con el niño, adolescente o joven según su edad” de nuestro libro .